Feliz cumple mi vida, en Praga

Despertar con la persona que mas amo en el mundo siendo su cumple es el regalo mas maravilloso que pude tener en este viaje. Disfrutando 24 horas de sus primeros 21 añitos. Y tiene razon, me dice que nos pusimos de novios cuando ella solo tenia 12, con los numeros invertidos. Increible, amarnos tanto mas que ese primer dia. No me canso de decirle feliz cumple, se que lo disfruta mas que nadie. Que envidia que suceda en Praga, la ciudad mas maravillosa que conozco hasta el momento, no puedo explicar el por que, solo se que amo a esta ciudad.

Esta muy bueno el hotel, las habitaciones y sobre todo el desayuno. Con fiambre, comida caliente que no me acerco como salchichas, omelettes. Hay cereales con yogurt, cafe, chocolate para mi, budines, fruta. De todo realmente, comemos como si fuera la ultima vez.

Nos encontramos a las 10 con Martu y Ari. Imprimimos luego de dar mil vueltas las credenciales truchas de periodistas. Si, increible, siendo periodista de verdad e imprimiendo unas falsas porque no traje. Las tenemos porque vamos a recorrer el castillo, el lugar mas conocido de la ciudad y donde encontramos vistas unicas de Praga.

Caminamos en subida durante un tiempo hasta que llegamos, nos sacamos fotos con los guardias de la entradas que parecen estatuas y justo vimos el cambio con otros en un desfile tipico de siglos atras. Parece ser mas un condimento turistico que otra cosa.

Nos salvamos de pagar 350 coronas checas (algo asi como 15 euros) y solo nos costo menos de un euro. Se disfruta mucho mas cuando suceden estas cosas. Visitamos primero la gran iglesia que es imponente, luego el Camino de Oro, donde vivio Kafka, el reconocido escritor. En cada sitio que salimos nos da ganas de sacarnos fotos. Aun mas siendo el cumpleaños de Tati.

Descansamos bajo un arbol y seguimos el camino, subimos escaleras, recorrimos hasta el ultimo sitio del castillo y regresamos. En el camino cruzamos por el Rio Moldava, ya sabiamos a donde queriamos ir desde ayer. Estan los botes que uno pedalea, pero son alucinantes por el lugar donde estamos, siento sinceramente que es un sueño. Son 4 reposeras y con Tati nos sentamos atras a disfrutar del camino, ¿que mas se puede pedir? Soy un agradecido a la vida. Para hacerlo mas romantico nos acercamos a los cisnes, tan blancos como en las peliculas, solo faltaba que formen el corazon en parejas.

Fuimos a merendar a Sturbacks y luego al barrio judio, donde hay varias sinagogas, el cementerio y muchos lugares de ropa cara. Por ejemplo pasamos por Luis Vuitton, Cartier, entre otros. Los autos que pasan por aca son los mejores que vi en mucho tiempo. Nosotros nos conformamos con un iman en la feria.

Casi todas las calles son el piedra, la antiguedad es lo primordial, como se cuido cada sitio para mantener la magia intacta. Recorrimos algunos locales de ropa antes de volver al hotel. Despedimos a Martu y Ari que ya no los vemos hasta Buenos Aires. Nos bañamos, cambiamos, hablamos con la familia y fuimos tarde a cenar. Volvimos y a dormir, dia agotador, como casi todos, pero como siempre disfrutado al maximo.