Es
el último dia completo todos juntos, pero la sensación es otra. Con el grupo
nos llevamos increible, lamentamos no habernos conocido de esta manera
anteriormente para irnos juntos a Europa. Hubiese sido increible. Sin embargo,
todavía falta y nos queda nada menos que Tel Aviv, una ciudad preciosa, moderna
y con una playa de las mejores que conoci.
Empezamos
por una actividad que genero algo de polemica. Viajamos una hora de ida y otra
de vuelta a un lugar que sana a chiquitos africanos para mejorar su calidad de
vida y devolverlo a su pais ya recuperado. La ambigüedad surgio cuando, al
momento de ingresar a este lugar, muchas personas se pasaban a los niños de
brazo en brazo para sacarse fotos. Esa imagen fue muy triste, parecia que eran
utilizados como un objeto por su color de piel.
De
regreso pasamos por un lugar historico, una plaza que podemos comparar con
Plaza de Mayo, donde se realizan marchas y protestas. En ese punto asesinaron
hace unos años a Rabin, el primer ministro que habia realizado un acto con el
fin de firmar la paz con los paises vecinos. Muchas veces me da la sensación
que el conflicto belico es un beneficio para muchos en perjuicio de la mayoria
que quiere vivir en paz.
Me
sorprendio en el monumento que recuerda al ex primer ministro la presencia de
la bandera de Israel junto a la de Estados Unidos y la foto de la paz con Bill
Clinton en el medio. Gran paradoja. Desde aquel entonces, la paz nunca mas
prospero, hubo acercamientos y nada mas que eso.
Mas
tarde, nos dirigimos al Museo de la Independencia donde se declaro la creación del
Estado de Israel en 1948. En aquel momento nos recuerdan que todos los paises
arabes decidieron invadir al pais sin éxito alguno, todo lo contrario, con
defensa-ataque del nuevo pais judio.
Las
actividades programadas sobre la historia terminaron, era la hora de almorzar y
lo hicimos en el shuk de Tel Aviv, que es un mercado enorme de cosas. Tati pudo
comprar la valija y entre todos juntamos plata para regalarle algo a Guido y
Tati por habernos tratado tan bien durante los 10 dias. Fueron dos adornos muy
lindos. Un shofar que dice Jerusalem y una Menorah.
La
parte que mas ansiaba llego, la playa. Todavia no podia tocar el Mediterraneo,
como seria, de que temperatura el agua, de que color. Es de las mejores que vi
en mi vida, el mar es celeste, mas clarito que el Pacifico, tiene arena blanca
y una particularidad unica: se puede estar por horas y uno no se cansa, el
clima es perfecto y el agua tambien, sin tantas olas. Me encanto, supero
ampliamente mis expectativas.
Cenamos
en Tel Aviv y regresamos al hotel. Llenamos unos formularios de encuestas para
saber quien fue el mas puntual, el mas quejoso, el mas fachero, la mejor
anecdota, el janij de oro, etc. Una actividad preparada por Guido y Tati
increible. Primero la entrega de premios simbolicos donde me lleve el de oro,
pero cualquiera de los 40 lo tenia merecido, fue un grupo de todas personas
diferentes que nos complementamos a la perfeccion.
Luego,
una ronda, 40 velas en el medio que formaban “385” y que cada uno iba
prendiendo a medida que hablaba. Me toco primero, siento que me quede corto, no
hay palabras para describir los 10 dias que pasamos juntos. Israel es un
espectaculo, pero sin el grupo nada hubiera sido igual. Y cuando digo grupo
incluyo a los madrijim, a Benja, al chofer y a todos los que formaron parte.
Le
dimos un regalo a Guido, otro a Tati. Que difícil son estos momentos de
despedida donde uno se da cuenta lo maravilloso de lo que vivio. Comimos
chocolates y disfrutamos de la ultima noche en nuestro cuarto que comparti con
Samy y Gaby. Abrimos las puertas laterales y unimos tres habitaciones junto con
las de Tatu y Martu.
Dormimos
tarde, descansar la ultima noche es una odisea. No puedo parar de pensar en una
charla que tuve con Yoel. Es un pibe fenomenal, divertido, humilde, muy chico y
trate de aconsejarlo en una situación muy difícil. Espero que pueda resolverla
de la mejor manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario