sábado, 4 de agosto de 2012

Tel Aviv


Es el último dia completo todos juntos, pero la sensación es otra. Con el grupo nos llevamos increible, lamentamos no habernos conocido de esta manera anteriormente para irnos juntos a Europa. Hubiese sido increible. Sin embargo, todavía falta y nos queda nada menos que Tel Aviv, una ciudad preciosa, moderna y con una playa de las mejores que conoci.
Empezamos por una actividad que genero algo de polemica. Viajamos una hora de ida y otra de vuelta a un lugar que sana a chiquitos africanos para mejorar su calidad de vida y devolverlo a su pais ya recuperado. La ambigüedad surgio cuando, al momento de ingresar a este lugar, muchas personas se pasaban a los niños de brazo en brazo para sacarse fotos. Esa imagen fue muy triste, parecia que eran utilizados como un objeto por su color de piel.
De regreso pasamos por un lugar historico, una plaza que podemos comparar con Plaza de Mayo, donde se realizan marchas y protestas. En ese punto asesinaron hace unos años a Rabin, el primer ministro que habia realizado un acto con el fin de firmar la paz con los paises vecinos. Muchas veces me da la sensación que el conflicto belico es un beneficio para muchos en perjuicio de la mayoria que quiere vivir en paz.
Me sorprendio en el monumento que recuerda al ex primer ministro la presencia de la bandera de Israel junto a la de Estados Unidos y la foto de la paz con Bill Clinton en el medio. Gran paradoja. Desde aquel entonces, la paz nunca mas prospero, hubo acercamientos y nada mas que eso.
Mas tarde, nos dirigimos al Museo de la Independencia donde se declaro la creación del Estado de Israel en 1948. En aquel momento nos recuerdan que todos los paises arabes decidieron invadir al pais sin éxito alguno, todo lo contrario, con defensa-ataque del nuevo pais judio.
Las actividades programadas sobre la historia terminaron, era la hora de almorzar y lo hicimos en el shuk de Tel Aviv, que es un mercado enorme de cosas. Tati pudo comprar la valija y entre todos juntamos plata para regalarle algo a Guido y Tati por habernos tratado tan bien durante los 10 dias. Fueron dos adornos muy lindos. Un shofar que dice Jerusalem y una Menorah.
La parte que mas ansiaba llego, la playa. Todavia no podia tocar el Mediterraneo, como seria, de que temperatura el agua, de que color. Es de las mejores que vi en mi vida, el mar es celeste, mas clarito que el Pacifico, tiene arena blanca y una particularidad unica: se puede estar por horas y uno no se cansa, el clima es perfecto y el agua tambien, sin tantas olas. Me encanto, supero ampliamente mis expectativas.
Cenamos en Tel Aviv y regresamos al hotel. Llenamos unos formularios de encuestas para saber quien fue el mas puntual, el mas quejoso, el mas fachero, la mejor anecdota, el janij de oro, etc. Una actividad preparada por Guido y Tati increible. Primero la entrega de premios simbolicos donde me lleve el de oro, pero cualquiera de los 40 lo tenia merecido, fue un grupo de todas personas diferentes que nos complementamos a la perfeccion.
Luego, una ronda, 40 velas en el medio que formaban “385” y que cada uno iba prendiendo a medida que hablaba. Me toco primero, siento que me quede corto, no hay palabras para describir los 10 dias que pasamos juntos. Israel es un espectaculo, pero sin el grupo nada hubiera sido igual. Y cuando digo grupo incluyo a los madrijim, a Benja, al chofer y a todos los que formaron parte.
Le dimos un regalo a Guido, otro a Tati. Que difícil son estos momentos de despedida donde uno se da cuenta lo maravilloso de lo que vivio. Comimos chocolates y disfrutamos de la ultima noche en nuestro cuarto que comparti con Samy y Gaby. Abrimos las puertas laterales y unimos tres habitaciones junto con las de Tatu y Martu.
Dormimos tarde, descansar la ultima noche es una odisea. No puedo parar de pensar en una charla que tuve con Yoel. Es un pibe fenomenal, divertido, humilde, muy chico y trate de aconsejarlo en una situación muy difícil. Espero que pueda resolverla de la mejor manera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario