Roma es maravillosa, tiene tantas cosas que no sabria por donde
empezar. Quizas es un poco deficiente en cuanto al transporte publico, pero nos
vino bien para caminar. Arrancamos bien tempranito para aprovechar bien el dia,
un desayuno completo con cafe o chocolate, yogurt, tostadas con mermelada y
Nutella y jugo de naranja. Los empleados tienen muy buena
onda, tengo en mis manos el mapa con los lugares que no podemos dejar de ver y
ya hicimos el mapa mental. Empezamos por lo mas importante, fuimos directo
al Coliseo, con lugares intermedios donde tambien aprovechamos para conocer.
Hay muchas iglesias, una de ellas cerquita del hotel. Cuando vimos por primera
ver el Coliseo nos sorprendio, es majestuoso, grande y se conserva tal cual
cuenta la historia. Una multitud se agolpaba para sacarse fotos desde un puente
que tiene una vista unica o desde la entrada.
Hay muchos vendedores en la calle que
intentan verder de todo, desde bebidas hasta regalos, pero siempre con
amabilidad y respeto. Por el turismo debieron aprender todos los idiomas,
pueden ofrecerte un tour en japones, chino, aleman, ingles, español, o
cualquiera que se te ocurra. Lo mas notorio es la presencia de orientales, con
sus grandes camaras y caracteristicas propias.
Hicimos la fila, miles de personas
intentando entrar. Igualemnte pasa rapido mientras sacamos fotos y filmamos
todo a nuestro alrededor. Llegamos a la ventana de venta y casi nos hacen
descuento por estudiantes de arquitectura. Sin embargo, debimos pagar los 12
euros de la entrada. Valio la pena, toda la multitud de la entrada parecio
diluirse dentro del gran Coliseo, tiene las dimensiones de un estadio de
futbol.
Recorrimos la parte baja, la alta, una
especie de museo que hay y salimos muy contentos. Es fundamental lo que sucede
en esta ciudad en verano. EN cada punto estrategico y cada 4 o 5 cuadras hay
una canilla de agua helada para cargar una botella o mojarse. Es clave luchar
contra el sol y el calor que hace.
Continuamos por nuestro camino, parece ser
un barrio historico, con el arco de COstantino y el de Tito, o el Museo de
Paladino. Nada tiene desperdicio, solo hay que tener fuerzas y ganas de
caminar. Tati me sorprendio, tuvo mas aguante que yo en la caminata.
Comimos algo y regresamos al hotel a
tirarnos un rato. Tenemos todo planeado, descansar una horita e ir a otros
lugares caracteristicos. Primero la
Fontana di Trevi, que es una gran entrada, con esculturas
prominentes y de ella que emana una gran catarata. Es un espectaculo que hay
que vivirlo para expresarlo. Tomamos un helado y a pocas cuadras otro conocido:
el Panteon. Es otro gran lugar propio del cristianismo.
Uno pasa por alto las dimensiones de las
estructuras, su arquitectura y pensar que fueron construidos hace siglos con
muchas menos tecnologia que la actual, lo mismo me sucedio en Grecia e Israel.
Es admirable.
Volvimos por la calle Argentina. Habremos
caminado mas de 100 cuadras, visitado decenas de lugares que ya ni recuerdo,
fue un dia que nunca olvidare.
Insisto, Roma es hermoso, no puedo creer
que estoy aca, dificil manifestar la felicidad que tenemos. Ademas, creo que
viajar acompañado tiene un sabor especial. Alentarse en cada esquina, reirse,
tener una gran compañera con quien disfrutar y hablar no tiene comparacion.
Mañana vamos a la Basilica de San Pedro, en
el Vaticano. Es un poco mas lejos, pero tenemos el Metro a una cuadra que nos
deja justo.
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