jueves, 30 de agosto de 2012

Bruselas (25 a 26 de agosto)


El guia del Free Tour nos habia dicho que nadie se iba de Amsterdam sin que lo agarrara una lluvia. Fue precisamente lo que ocurrio, sus palabras se transformaron en hechos y desde el amanecer el cielo de esta ciudad lloro porque nos ibamos. Buen, tampoco para tanto…
Lo malo es que teniamos que caminar desde el hotel hasta el tranvia para tomar el tren en la estacion central. Nos mojamos, pero fue divertido. Las valijas daban algo de miedo, pero no traspaso nada y se secaron luego bastante rapido.
Ibamos a ir a pasar el dia a brujas y después dormiamos en Bruselas. Sin embargo, el mal tiempo nos incito a cambiar los planes. No esta bueno conocer una ciudad con lluvia teniendo todo encima, asi que preferimos ir directo a la capital de Belgica, aquel lugar donde hace decadas (no digo cuantas) nacio mi abuela Catherine. Parece extraño, ¿como habra sido en esos tiempos? ¿Qué cambios tendra a tanto tiempo de distancia? Son preguntas que solo voy a poder contestar cuando nos sentemos a charlar después del viaje.
Bruselas es una ciudad tipica europea, donde la limpieza, el orden y la amabilidad se encuentran en el comun de la gente. Solo decir que cuando llegamos, nos paramos en una esquina para ver hacia que lado debiamos caminar y una señora se acerco sola a ayudarnos y tratar de guiarnos. Algo que en Buenos Aires no sucede por miedo al projimo.
Caminamos hacia el hotel President Park, aquel que reservamos mediante Hotwire, de cuatro estrellas y parecia ser un lujo. Lo era finalmente, con un imponente edificio, las habitaciones amplias, una cama mas grande que la doble habitual, un escritorio con dos sillas, el placard con caja de seguridad, el baño muy grande con bañera y ducha escocesa. Todo alfombrado y con un servicio de gran nivel desde la recepcion. Lo unico malo y que no sabiamos era que no teniamos incluido el desayuno, igualmente nos quedamos una sola noche.
Dejamos todo y aprovechamos para conocer el centro de a ciudad. Siendo sabado la gente sale a caminar y, ademas, muchos turistas que llegan desde varios sitios. Hay una gran peatonal en bajada donde se ubican muchos locales comerciales e incluso shoppings. La especialidad parecen ser dos: la primera las papas fritas como sucede en Amsterdam; y la segunda, y mas rica, los waffles que los preparan con muchas opciones. Nosotros pedimos uno con crema y frutillas. Delicioso, era complicado comerlo, en cada mordisco nos quedaba la nariz manchada. Fue gracioso cuando un hombre que paso por al lado me señalo para que me limpie con una sonrisa.
Hay una gran plaza y varios monumentos, esta la iglesia muy grande con un reloj en la cima. Tati, como lo hace ya religiosamente en cada ciudad, busca Zara, H&M y Forever 21, este ultimo viene siendo esquivo últimamente. Compro solamente un buzito, estuvo recatada esta vez.
Caminamos un monton, hasta que nos acordamos que todo ese trayecto habia que regresarlo. Volvimos cerca de las 9, pasamos antes por Carrefour para comprar comida. Ella una ensalada que no le gusto y yo, jamon, queso y panes. Finalmente terminamos compartiendo el sándwich con una Coca grande.
Nos bañamos, dejamos todo preparado y nos fuimos a dormir. Antes, hablamos con la familia para comentar donde estabamos y ya pensamos en Marsella, el proximo destino, de donde parte una de las cosas mas esperadas del viaje: el crucero. 

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