lunes, 13 de agosto de 2012

Venecia, distinto a todo

Cuando llegamos a Venecia todo parecia extraño. Te cobraban dejar las valijas, que igualmente debimos hacerlo, ir al baño, los mapas, de todo. Debe ser una de las ciudades turisticas por excelencia y algunos se aprovechan de dicha situación. Las gondolas cobran cerca de 100 euros para un paseo. Es inentendible como un solo tipo lleva el bote a su antojo con un solo remo.
No sabiamos para donde ir, estabamos perdidos. Cruzamos el puente principal y los barcos, botes, colectivos y taxis acuaticos pasaban por debajo nuestro. Tampoco entiendo como en una ciudad puede estar despoblada de autos, es totalmente diferente a todas las ciudades conocidas, se vive a otro ritmo.
Entendimos que para conocer los principales puntos de la ¿isla? Debiamos seguir el camino hacia Piazza San Marco, sino te perdes. Las calles, si se pueden llamar asi porque son todo vereda, son muy angostas, en algunos casos se puede pasar de a una persona a la vez. Cada 3 o 4 cuadras aparece un puente, para poder pasar por encima del agua y dan ganas de sacarse fotos en cada uno de ellos
Comimos en un lugar de sándwiches que no tenia precio de turista al menos, Tati uno de suprema y yo de jamon y queso. Todo el tiempo nos dan ganas de tomar o comer algo, desde helado, hasta bebida o cosas saladas.
No parecia haber tanta gente, al menos en el camino hasta la plaza principal, cuando llegamos nos dimos cuenta de todo lo contrario. Entramos en una gran plaza, con la gran Basilica de San Marco a un lado como gran punto de visita y rodeada tambien de grandes estructuras algo antiguas donde se puede apreciar muy lindas vistas de la ciudad. Un costado de esta plaza deriva en el Mar Adriatico, donde salen la mayoria de los botes o gondolas y el “colectivo” principal” por un precio mas bajo para no perderse la experiencia de viajar sobre el agua.
Subimos entrada la tarde, tiene muchas estaciones intermedias antes de llegar a la nuestra, que era la estacion de trenes. Debo decir que Venecia me gusto mucho, tenia comentarios compartidos, algunos maravillados y otros de que no les causo nada extraño. Yo estoy mas cerca de la primera opinión, estoy asombrado de cómo comenzo a existir esta ciudad, como puede vivir dia a dia en los ojos de cada persona que pasa por este lugar.
Algunos pesimistas consideran que en algunos años el agua puede subir y complicar su destino, yo no lo creo, me parece una excusa super valida para venir a conocerla lo antes posible. Me siento un afortunado, estando en una ciudad tan romantica con la persona que amo.
A las 21 salia el tren nocturno a Viena. Son habitaciones de 6 camas cada una, pero cuando digo camas no es ninguna presentacion de un asiento reclinable ni nada por el estilo. Son camas marineras, 3 de un lado y otras 3 del otro. Nos tocaron las dos del medio.
Compartimos la “habitación” con una familia italiana, de Napoli precisamente. Era increible lo enamorado que estaba el papa de Maradona, hablamos un largo rato. Me conto que, por ejemplo, en el Mundial 90 los napolitanos querian que Argentina le gane a Italia en la semifinal como termino ocurriendo. O que la mayoria de los chicos de mi edad hoy en Napoli se llaman Diego, e incluso el queria hacerlo pero tuvo dos nenas.
En fin, un gran dia, con grandes historias. Mañana el dia empezara en el tren, llegando a Viena, una ciudad que es una incognita.














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