sábado, 4 de agosto de 2012

Metzada


Escucho a los chicos despertarse, otro que siguieron de largo y no durmieron. Fueron solo dos horas y me parecieron cinco minutos, pero el fin justifica levantarse y comenzar el dia bien temprano, no me acuerdo la ultima vez que me levante a esta hora, a las cuatro de la madrugada. Las aguas del reloj exigen puntualidad ya que tenemos que subir la montaña antes de que el sol asome por detrás de Jordania.

El micro nos llevo hasta la base y surgieron algunas complicaciones. Doda por un problema en la pierna no pudo subir, Paula se desmayo y Adaz se quedo con ella y Tati a cuidarlas.

Siendo de noche la temperatura era ideal, con una brisa sobre el rostro que hace algunos dias esperamos. La subida era bastante vertical, con muchos escalones y barandas para agarrarse. Igualmente paso rápido, solo 20 minutos y ya estábamos en la cima.

Una vista panoramica hermosa con montañas para el lado que se quiera ver. Hay varias construcciones antiguas de cuando vivía población judia. La historia cuenta que ante el inminente ataque de los romanos decidieron suicidarse entre ellos, matándose unos a los otros.

Se acerca la hora, el cielo tiene infinidad de gamas de colores entre el amarillo y rojo, ya es de dia pero falta que se some el sol por detrás de alguna montaña que tenemos enfrente, no sabemos cual pero el resplandor brinda los indicios necesarios sin exactitud. Con Guido y Jony apostabamos por donde iba a ser. Ganaron ellos.

Me encantaron las fotos que nos sacamos con Tati y con los chicos. No todos los dias tenemos esos paisajes frente a nuestros ojos, aunque estos ultimow dias fueron una constante. El calor agobia ante su presencia, eran las 7 de la mañana y debía hacer no menos de 30 grados.

Recorrimos el lugar durante un gran rato y empezamos la bajada. Era mas extensa y, por ende, mas tiempo. Algo asi como 50 minutos que las rodillas nos temblaban, Tati era un tómate, llego con lo justo. Es tanta bajada hasta el Mar Muerto que es el mas bajo de la Tierra, con 420 metros por debajo del nivel del mar.

Fue un placer entrar a desayunar en un patio de comidas con aire acondicionado. Cada vez dudo mas si el que esta equivocado soy yo o todo el resto. Casi todos desayunan como si fuera un almuerzo, con ensaladas, sandwiches, bebidas, huevos y comidas que ni conozco.

Tuvimos un tiempo de relax, de pasear por un lugar de compras pero que era muy caro. Se hizo la hora pactada y subimos al micro que nos esperaba del otro lado para ir a uno de los puntos mas famosos de Israel y que tenia gran curiosidad.
No puedo creer. El agua me lleva a la superficie, la orilla se baña con sal al igual que el fondo y de algunos pedazos grandes acumulados. Hago la plancha, el agua esta caliente, y no me refiero a tibia, caliente enserio. Nos acostamos y vemos enfrente al desierto, no me entra en la cabeza como puede ser posible. El Mar Muerto supero mis expectativas, obviamente nos sacamos la típica foto leyendo el diario sin hacer un mínimo esfuerzo. No se puede aguantar mucho seguido, y por eso entre varias veces. Al salir espera la ducha, creíamos que estaba helada para contrarrestar el calor. No era asi, era tibia.

Lo disfrute mucho, fuimos con Nico, Diego, Tatu y Martu al fondo, donde no hacemos pie e igualmente uno esta parado en el lugar, no puede hundierse, es una sensación como estar con un flotador. Estuvimos por dos horas, tiempo suficiente para aprovecharlo.

Emprendimos el camino hacia Bersheva, donde despedimos a los Jaialim con mucho cariño y una despedida especial a Leandro mostrando las co las por el vidrio. Conocimos una gran persona y pudimos humanizar a los chicos que tienen nuestra edad y que por vivir en Israel deben estar en el ejercito.

Comimos en el camino en Mc Donalds, pude hablar con papa despues de mucho tiempo, ese dificil no escuchar su voz tanto tiempo. Es la parte dificil de un viaje tan largo, saber que debes conformarte solo con escuchar sus voces a la distancia. Me contaron de Brasil, me lo imagino a papa negro, pero o tanto como yo.

Llegamos a Tel Aviv. Una ciudad que dejamos el primer dia sin conocerla para que sea la frutilla del postre. En realidad nos hospedamos en Natania, a unos kilómetros. El hotel es precioso, habitaciones comodas, una pileta grande y mar Mediterraneo de fondo. El atardecer nos lo pasamos sacando fotos.

Un ucraniano nos dijo que era parte del cuerpo tecnico del Dinamo de Kiev. Nos pidio que lo esperemos, que iba a traer camisetas del club. Nosotros nos creimos todo, lo esperamos, bajo, pero parece que se olvido. Despues de un tiempo nos camsamos y nos fuimos. Parece que estaba borracho y nada mas. Pero el momento de imaginar quien se las quedaba, como era el sorteo y demas estuvo muy bueno.

Cenamos y salimos. Fuimos al centro que tiene un estilo Puerto Madero pero mas transitado y ancho. Algunos fueron a bailar, otros a un barcito, a caminar. Tome un helado y se derretia antes de llegar a la boca. Imposible soportar las temperaturas. Creo que lo mejor son los viajes en el micro todos juntos. Es inexplicable lo bien que la paso (nota mental: boludo).

Todos estabamos muertos, no habiamos prácticamente dormido. Llegamos y dormimos.

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