miércoles, 1 de agosto de 2012

Desierto


Despertamos en la mejor habitacion que tuvimos, en el kibuts, pero por la actividad de ayer a la noche y la posterior charla con con los chicos obligo a dormir solamente un par de horas. Para agregarle otro condimento fue que la valija debía estar hecha bien temprano para encarar al desierto.
Desayunamos algo livianito y comenzó el dia. No es facil dormir cuando sabes que tenes un grupo de personas, si se las puede llamar de esta manera, que a pocos kilómetros puede tirar un misil con el objetivo de matar por odio. Mucho mas extraño es cuando nos acercan aun mas, cuando vemos desde la cuspide de una colina a edificios y casas ubicadas tan cerca.
Entramos a una base militar, vimos algunos de esos misiles que cayeron en algun momento. Donde hierro con bronce, pero segun Leandro esta todo controlado por radar y la situación es mas optimista que hace unos años. Hubo una discusión sobre si existe o no un Estado Palestino y si debe organizarse para llegar a la paz. No estuvimos mucho tiempo.
Luego, una visita algo misteriosa, ¿se puede cosecha frutas y verduras en un desierto? La respuesta es si, Israel puede con inteligencia y esfuerzo. Probamos algunas muestras de tomates, pepinos, melones y un picante. Por ejemplo, ellos inventaron el tómate Cherry. De la misma forma, crearon una innovación que exporta en el mundo: el riego por goteo, que permite enviar el agua justa y necesaria para los alimentos.
Hicimos pitas, que son como planes tostados y almorzamos en aquel lugar, con calor propio del lugar donde estábamos.
La primera parte de la tarde la pasamos en una montaña donde esta enterado Ben Gurion, el primer primer ministro de Israel. No esta en ese sitio por casualidad. Es un lugar precioso con vista a praderas deserticas alucinantes. Uno mira y parece una postal, es dificil eligir el marco de fondo, para todos lados es hermoso. Sacamos muchas fotos, me estoy haciendo fanatico con la cámara de Ale.
Cuando uno esta en pleno desierto sabe cual es el animal característico, ese que no puede dejar de conocer y mucho menos estar encima de el. Andar en camello fue una experiencia preciosa, no solo por el hecho de que es algo diferente, sino por el contexto que lo rodea. Pienso que hace unos años era uno de los pocos o el unico medio de transporte para muchos. Las chicas griaban, tenían miedo de tenerlos cerca, creo que es por la diferente cultura porque son mas seguros que un caballo a mi criterio y van caminando con el guia que los conduce. Tati fue en la joroba de adelante y yo en la de atras, hay que sacar fotos intercambiadas, es decir que nosotros capturamos al resto y ellos a nosotros. Igual, a esta altura del viaje me da una alegría enorme lo ue nos pasa, todos nos sacamos fotos entre todos, sin importar de quien es la cámara, despues las pasamos. Quiero insistir, el grupo es genial en todo sentido.
A metros de la travesia entramos al campamento beduino, un pueblo pequeño con sus tradiciones milenarias que vive pacificamente en Israel respetando y siendo respetado. Nos recibieron con un café bien amargo que simboliza las cosas malas de la vida y un te dulce que manifiesta las buenas situaciones.
Esta noche dormimos todos juntos en una gran carpa, con colchones y bolsas de dormir. Los chicos israelies hicieron una peula especial porque ya es su ultima noche, jugamos sobre tradiciones de este pais, con premios y buena onda.
Cenamos sentados en el piso, entre cuatro y comiendo hamburguesa bien picante, pollo y arroz con la mano y cuchara. De postre sandia sin semillas, asi son generalmente.
Se inaguro el "buchon", donde cada uno pone comentarios anonimos que luego seran leídos. Antes de leerlos hicimos una de las actividades que mas me gusto en el viaje. Nos alejamos en la noche, nos perdimos en el desierto y nos acostamos en el suelo mirando las miles de estrellas. Tati leyó un texto que analizaba lo pequeño que uno se siente ante semejante cielo con la luna como unico medio de luz. Nos dieron una carta, la habíamos escrito nosotros mismos en la ultima reunión previaje. Fue emocionante leerla sobre todo por el lugar.
Volvimos e hicimos un fogon, despedimos a los chicos israelies que, como coincidimos todos, nos unieron como grupo desde su llegada. Con Martu, Shay, Max y Ari hicimos una carta en nombre de todos, resumiendo lo mejor posible lo que pasamos juntos estos cinco dias.
Tati y Guido leyeron los mensajes del buchon con mucha sensura, algunos divertido y otro boludos pero igual de graciosos. Nos quedamos hablando hasta las dos de la mañana, con musica y comtando chistes de humor negro. Pregunten a Dani el de los chicos cantando que no me animo a escribirlo, pero no podíamos parar de reír.
Nos fuimos a dormir una si esta nada mas, porque a las cuatro nos levantamos, vamos a ir a ver el amanecer desde Metzada, una montaña a metro del campamento.

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