sábado, 8 de septiembre de 2012

Madrid, llegada y cena con el tio Jorge (6 de septiembre)


Los medios de transporte en Europa permiten que las distancias se acorten. Mucho mas evidente en un pais como España, que tiene una superficie menor a la de Argentina, pero muy bien distribuida, es decir, que desde el centro donde se ubica Madrid hasta cualquier punto se llega en menos de cinco horas de auto. Es extraño para mi pensar que un tren es mas rapido que un coche, por lo menos los que yo conocia. Desde Barcelona viajamos en uno de alta velocidad, esto significa a 300 kilometros por hora. Mas del doble de velocidad que las autopistas.
  Subimos con el almuerzo, cuando terminamos repartieron auriculares y pusieron una pelicula. La vimos y cuando termino ya habiamos llegado. De esta manera es muy placentero viajar, no se siente el tiempo. Aparecimos en la estacion de Atocha, preguntamos en información y amablemente nos indicaron como ir para el hotel. Todo se maneja en metro, es la opcion mas eficaz y rapida de todas.
  Escuchar a la gente hablando en español es sentirse un poquito mas cerca de casa, no se porque, aunque tenga ciertas diferencias es lindo entender lo que el resto habla en todo momento, sin tener que esforzarse para entender. En Barcelona tambien costo porque hablan catalan, recien ahora, en Madrid, podemos encontrar a la mayoria de nuestra lengua.
  Todo salio a la perfeccion, la estacion Rios Rosas de la Linea 1 nos dejo a dos cuadras y en bajada hasta el hotel. Se llamaba Tryp Alondras cuando reservamos y ahora cambio el nombre a Chambery, siendo parte de la cadena Melia. Muy bueno, de los mejores que sacamos y bien ubicado. Pensar que el precio decia 195 euros la noche y nosotros pagamos 35.
Era la hora del te, dejamos las cosas y fuimos a caminar. Encontramos una panaderia excelente para merendar. En realidad buscabamos licuados, pero no encontramos. A cambio tomamos café y Coca con donas de Nutella y medialunas, tres de cada ejemplar. No las terminamos y quedaron para el desayuno del dia siguiente.
  Volvimos al hotel a bañarnos, ponernos lindos y cambiarnos. A las 20 aproximadamente nos pasaba a buscar el tio Jorge para ir a cenar junto con su esposa Yolanda. Recibi su llamado para confirmar que estaban llegando y no se porque senti nervios. Es rara la relacion que llevamos, verse después de casi 7 años parece una eternidad, pero son los rumbos que elige cada uno en su vida y después el destino se encarga de unir.
  Entro al hotel y mas que nunca senti la semejanza con papa, en el aspecto fisico y en los comportamientos. Se acentua aun mas cuando sonrie. Nos dimos un gran abrazo, se acordaba de Tati y seguramente la abuela le cuenta sobre nuestra relacion. Nos presentamos con Yolanda, dos besos y desde el comienzo se noto la simpatia que tiene. Me dio un poco de vergüenza viajar adelante en el auto.
  Fuimos a un restaurante muy lindo en la zona de la calle Castellanas, con un estilo de las Cañitas. Hablamos de muchos temas, todos tienen importancia, pero intentamos establecer prioridades aunque tocamos todos. Hablamos de anecdotas de las ultimas veces que estuvo en Buenos Aires y ampliamos los conocimientos de cada uno sobre la vida del otro.
  Contaron que se mudan la semana que viene y tambien comentamos de la nuestra a la casa. Me pregunto sobre Alan y Daiu, que estan estudiando. Mientras tanto comimos. Jorge pidio una provoleta para arrancar con una ensalada que al final cancelo. Yolanda unos spaguettis sin ninguna salsa ya que no se sentia muy bien y con Tati ñoquis a la bolognesa, un plato cada uno. Hacia tanto que no comia ñoquis, a tal punto que uno se ve en la obligación de comer en exceso.
  Dejamos el restaurante para ir a otro, donde podiamos pedir un postre. El tio conto que en la cafeteria que nos llevo era su favorita hace algunos años cuando vivia en el centro de Madrid (hasta la mudanza esta a mas de 400 kilometros). Pedimos un helado con pedacitos de chocolate, un jugo y ensalada de frutas. Fuimos los ultimos en irnos pasada la medianoche, cuando estaban por cerrar.
  La pasamos muy bien, nos divertimos y aprovechamos para comentarnos de nuestras vidas que estan separadas por el Atlantico. Por ultimo le pregunte cuando vendria a la Argentina, sabe que esta muy caro el pasaje, que el momento en España no es el mejor, pero que juega a la loteria para ver si tiene suerte de ganar para poder venir.    




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